En estos primeros meses de 2012, el escenario económico general ha seguido muy pendiente de la estabilización de los riesgos soberanos en la Zona Euro. A pesar de que se ha registrado una ligera mejora de las condiciones financieras, desde diciembre, y una reestructuración ordenada de la deuda griega, los problemas de fondo no se han resuelto, sino que persisten y constituyen una seria amenaza, no sólo para permitir un crecimiento sostenible de la economía europea, sino también para asentar las bases de la recuperación mundial.
Tras el débil crecimiento registrado por la economía andaluza en 2011, aunque éste ha supuesto una recuperación con relación al año anterior, las previsiones de Analistas Económicos de Andalucía anticipan una caída del PIB en 2012 del 2,5%, unas 4 décimas más intensa que la prevista para el conjunto de la economía española. Esta trayectoria sería el resultado de un descenso generalizado de la actividad en todos los sectores productivos, así como de la contracción del gasto en consumo final (tanto de hogares como de AAPP) y de la inversión.
A tenor de esta caída del empleo y del ligero crecimiento de la población activa, la cifra de parados seguirá creciendo y la tasa de paro seguirá repuntando hasta situarse en el promedio de 2012 en el 33,5%.