Cabría reseñar que, en los últimos años, el interés mostrado por la conservación y regeneración paisajística por las distintas administraciones ha ido en aumento, considerándose un recurso relevante para el desarrollo del mundo rural y el papel del agricultor en su ordenación y gestión cobra protagonismo y añade significación a su importante función social. La preocupación sobre los paisajes agrarios y su relación con la identidad cultural ha emergido de una conciencia colectiva sobre las negativas consecuencias de la pérdida definitiva de identidad de los territorios, la marginalización de las zonas más frágiles y la destrucción irreversible de su patrimonio y de los recursos naturales, culturales, etc.
En este estudio se ha valorado la adopción de modelos de desarrollo que valoren los diferentes atributos y elementos que añaden calidad al paisaje agrario, proporcionando así una herramienta de análisis para la ordenación y planificación de infraestructuras y construcciones del medio rural que se integren en la escena visual, e incluso pueden contribuir a su mejora, adaptándose a la gran variedad de paisajes andaluces. Para contrastar la metodología se ha aplicado a dos comarcas de Córdoba, la Mancomunidad del Guadajoz y la comarca de las Sierras subbéticas, partiendo de la definición e inventario de elementos característicos de esas comarcas, y elaborando una metodología, basada en criterios objetivos, para la valoración del paisaje que permite obtener unos valores que hacen posible la comparación entre distintas zonas.